Armand V. Feigenbaum fue un empresario estadounidense, empresario y experto en control de calidad, reconocido por crear e implementar el concepto de Control Total de la Calidad, un nuevo enfoque que influyó profundamente en la competencia de los mercados nacionales e internacionales, especialmente de Estados Unidos y Japón. Indicó que garantizar el control de calidad era responsabilidad de toda la organización empresarial, y no solo del departamento de producción. También desarrolló el concepto de planta escondida (hidden plant), según el cual en toda fábrica se desperdicia una cierta proporción de su capacidad por no lograr lo requerido la primera vez.
Cómo llevar a cabo el CTC
Según Feigenbaum, para llevar a cabo el Control Total de la Calidad (CTC), se deben seguir una serie de pasos y utilizar ciertas herramientas y técnicas. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para llevar a cabo el CTC:
Definir la calidad: El primer paso para llevar a cabo el CTC es definir qué se entiende por calidad. Para ello, es necesario tener en cuenta las expectativas y necesidades del cliente, y establecer unos estándares de calidad.
Identificar los procesos: El siguiente paso es identificar los procesos que son críticos para la calidad. Estos procesos son aquellos que tienen un mayor impacto en la satisfacción del cliente.
Establecer objetivos de calidad: Una vez identificados los procesos críticos, es necesario establecer objetivos de calidad para cada uno de ellos. Estos objetivos deben ser claros, específicos y medibles.
Medir la calidad: Para saber si se están cumpliendo los objetivos de calidad, es necesario medir la calidad de los procesos. Para ello, se utilizan herramientas como el control estadístico de procesos (CEP) y el análisis de causa y efecto (Ishikawa).
Mejora continua: Una vez que se han medido los procesos, es necesario tomar acciones para mejorarlos. Esto implica identificar las causas de los problemas y corregirlas para evitar que vuelvan a ocurrir.
Involucrar a todos los empleados: El CTC es responsabilidad de todos los empleados de la empresa, no solo del departamento de producción. Por lo tanto, es importante involucrar a todos los empleados en la mejora continua de los procesos.
La "fábrica escondida" se refiere a los costos ocultos que se generan cuando no se logra fabricar un producto de calidad a la primera, lo que implica que se deben destinar recursos adicionales para corregir los errores y reprocesar los productos. Según él, la no utilización de métodos que evitaran el retrabajo y el desperdicio de materiales reducía drásticamente el potencial de producción.
Para reducir la "fábrica escondida", es importante que las empresas apuesten por la calidad y utilicen herramientas digitales para mejorar la eficiencia y la efectividad de los procesos de producción. Sus estudios señalaron que algunas fábricas incluso perdieron el 40% de su potencial de producción, como si hubiera una verdadera “fábrica escondida” dentro de organizaciones diseñadas solo para perder dinero.
LIBROS
Armand V. Feigenbaum escribió varios libros destacados sobre el Control Total de la Calidad (CTC):
"Total Quality Control" (Control de la Calidad Total) en el que definió el concepto de Calidad como responsabilidad de toda la organización
"Quality Control: Principles, Practice and Administration" (Control de Calidad: Principios, Práctica y Administración), que es una guía práctica para implementar el CTC en una empresa
"The Power of Management Innovation: 24 Keys for Accelerating Profitability and Growth" (El poder de la innovación en la gestión: 24 claves para acelerar la rentabilidad y el crecimiento), en el que Feigenbaum explica que las empresas más rentables del mundo comparten dos cosas en común: combinar la pasión del liderazgo por generar crecimiento y rentabilidad (calidad de gestión) y el despliegue efectivo de recursos para acelerar el crecimiento (capital de gestión), que constituy la fórmula para prosperar en el siglo XXI.
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